la vida de FRANZ FRICHARD

«La soledad no es estar solo, es seguir esperando»

«Sueño, tú que renunciaste a la noche, que sabes que antes del infierno ya existía el frío, regreso a ti convertido en la piel del fuego. Cicatriza la herida con tus cien lenguas de diamante, conviértela en el hilo de luz que recorra mi sombra, como el único camino en el que nunca sabré si estoy huyendo o regresando»