«No olvidéis estas palabras, repetirlas como el latido que ya no espera a otro, como el recuerdo que regresa por última vez. No olvidéis estas palabras, repetirlas cada noche como el sueño que os hace fuertes ante vosotros mismos pero mañana frágiles como el cristal. Repetir estas palabras, repetir estas palabras hasta que la vida sea la muerte y la muerte la vida…
¡Siempre os tuve a todos entre mis manos, por eso nunca pude cerrarlas!»
«No importa que sepas qué es la belleza. Lo que importa es que sepas desde dónde la miras, desde la soledad o desde el infierno»