la vida de FRANZ FRICHARD

“El sol se desangra tiñendo de luto la luz de la tarde. Las nubes se disipan como el esperma de un amor no correspondido. En un camino flanqueado por árboles tan altos que tocan las estrellas, un niño regresa de su soledad. A lo lejos se escucha una melodía dorada que solo los pájaros conocen. Tiembla el frío, oculto entre las hojas, esperando el invierno”.

“Imaginar es mi prioridad. Crear, en cambio, nunca me ha interesado demasiado; necesita aquello de lo que siempre he huido, un final”

“El sol rueda colina abajo hasta llegar al mar, vacío por el ombligo de dios. Somos estatuas de sal que hunden su hambre en el pan que ya no es nuestro ni de cada día”